15 de octubre de 2020
1. Habitualmente tenemos definida, de manera más o menos clara la imagen de la entidad y como queremos proyectarla, conviene adecuar la información financiera y contable a nuestra idea de negocio. Analizaremos los ratios financieros y patrimoniales que deriven de la información de la entidad y adecuaremos esta información a la realidad y mejor imagen posible. Siempre en función de las necesidades y objetivos de la empresa.
2. Mediante el conocimiento de la casuística de la empresa, optimizaremos las ventajas fiscales que le pueden ser aplicables y trataremos de maximizarlas. Dando el apoyo suficiente en las actuaciones necesarias para acogerse a esas ventajas fiscales.
3. Seguimiento de la operativa a nivel de aprovisionamientos de la empresa, si fuera necesario, para alinearlo con la normativa.
4. Profundizar en prever las contingencias de la empresa. Con el objetivo de tener un conocimiento claro de los posibles riesgos.
5. Comentar y comprender las relaciones entre socios o entidades vinculadas para la comprensión del cliente y su correcto reflejo a nivel de la administración pública. Es importante revisar y preparar adecuadamente la información pública derivada de estas obligaciones.
6. Es necesario evaluar las entradas y salidas de inmovilizado en la entidad, la proyección de las inversiones y, valorar su naturaleza contable como gasto o inversión.
7. Por nuestro perfil auditor, tendemos a hacer un análisis global de riesgos, con el objetivo de no desatender posibles riesgos ocultos de la entidad.
8. Conviene realizar una correcta política retributiva a socios para evitar posibles contingencias, es común encontrar entidades con determinados volúmenes de nóminas, intereses o dividendos aportados a los socios. Conviene conocer los excesos o defectos en estos importes para su defensa en una posible inspección.
9. Se deberá plantear una adecuada clasificación de partidas contables,en función de la realidad y los intereses de la entidad.
10. En determinadas circunstancias, se deberá plantear una adecuada sucesión de negocio de cara a minimizar el coste fiscal y las posibles problemáticas de los distintos vínculos familiares.
11. Antes de terminar el año habrá que revisar si se producen altas o modificaciones en los siguientes puntos:
- Sistema de información Inmediata (SII)
- Impuesto de Actividades Económicas (IAE)
- Cambios censales
Asimismo, habrá que considerar los cambios de estimación en la Prorrata del IVA y de los métodos de estimación, tanto en IRPF como en IVA.
12. Ante la imposibilidad de recuperar determinados créditos, conviene adelantarse a esto y establecer una estrategia de control adecuada.
13. Es habitual pensar en el año vivo, pero en ocasiones, puede resultar oportuno considerar la situación pasada y futura y establecer una proyección adecuada de la entidad para los próximos años.
14. Se aportan y revisan los controles internos de la entidad de cara a mejorar y facilitar el seguimiento de las obligaciones que afecten a la empresa.
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